Sale a la superficie el eterno debate de la pena de muerte. Se trata, desde luego, de un asunto sumamente complejo.
Hay voces que hablan de plebiscito. Dado el frenesí emocional es altamente probable que la postura a favor de restituir la pena de muerte en la legislacion de nuestro pais prevalezca sobre la postura de mantener la abolición.
El pueblo tiene la palabra, en principio.
El sentir y el opinar de las multitudes, que es lo mismo que decir hordas enardecidas, no debiera estar por sobre tratados internacionales como el de Costa Rica al cual nuestro pais adhirió.
Si las penas deben ser ciertas, y si nadie sabe con certeza qué ocurre despues de la muerte, penalizar con ésta a un delincuente es condenarlo a algo que no sabemos en qué consiste.
El debate se intesificará enormemente. Sera materia de editoriales, cartas en los diarios y va fijo al programa de Tolerancia Cero del proximo domingo.
Don Nepo
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